Viaje organizado por

ESCUELA DE VIDA y VIAJES ALNUR

a EGIPTO en noviembre del 2005

   
Templo de Ramsés II en Abu Simbel, comienzo de nuestro viaje
Excursiones desde el crucero por el lago Nasser a los templos nubios
Templo nubio de Amada, con sus esfinges custodiando la entrada
Visita al templo de Amada, que junto a los templos de Derr y Wadi el Seboua constituyen los principales templos nubios
Manuel Delgado durante la visita a la isla de Sehel, junto a la famosa "Estela de Famine"
Visita al templo de Horus en Edfu desde el crucero por el Nilo, junto a los relieves que narran la victoria de Horus sobre Seth
Atardecer desde el crucero por el Nilo
Souvenires nubios para recordar siempre la magia de las riberas del Nilo
Entrada nocturna al templo de Luxor desde la avenida de las esfinges
Entrada procesional al templo de Luxor
Tocando los "botones de conexión" en el templo de Luxor
Capilla del oráculo en el templo de Luxor
Los siete majestuosos pares de columnas del templo de Luxor
Tomando té y fumando shisha para retomar fuerzas en un chiringuito de Luxor
Valle de los Reyes, antigua Tebas
Excavación española para la restauración de la tumba de Senmut, en Deir el Bahari, antigua Tebas
Los egiptólogos Teresa Berman y Francisco Martín Valentín, junto a nuestro guía Ahmed junto a la entrada de la tumba de Senmut
Junto a la capilla Blanca, en el museo al aire libre de Karnac
Capilla de Sekhmet en Karnac
La diosa Sekhmet
Meditación y rueda de energía en el templo de Seti I en Abydos

Rememorando ceremnonias de los antiguos egipcios en un lugar de poder en Saqqara

El maestro de Tao, Juan Li, que tan brillantemente llevó al grupo durante todo el viaje por los recovecos de Egipto, de la mente y de los sentimientos de cada viajero, junto al investigador Manuel Delgado en la meseta de Giza
Despedida de Egipto (hasta la próxima), en el último atardecer del último día del viaje en la meseta de Giza
"Dicen que desde cualquier lugar del planeta hablar con los dioses es conferencia, pero desde Egipto es llamada local..."

 

(Proverbio egipcio)